viernes, mayo 13, 2005

Pocas Pecas

Esto que voy a contar es una de las situaciones más complicadas que he vivido en mi vida, de esas que dan ganas de morirse, sobre todo pensando en un inocente niño de 10 años.

Desde pequeño fuí un niño muy tímido respecto de mis pares. Jamás fui de los desordenados ni menos un líder entre mis compañeros de Colegio, sobre todo en la etapa escolar básica.
Desde tercero básico estudié en el Colegio Nuestra Señora de Andacollo, en Santiago. Mi curso era un grupo de niños bastante unidos e ingenuos, juguetones, muy lejanos a esos compañeros que conocí cuando me cambiaron a un Colegio mas grande ( esa es otra historia).
Siempre me gustaron las revistas de aventuras, tenía montones de ellas, la mayoría de Disney, Tarzán, etc. Pero recuerdo que una de mis favoritas era una que venía de regalo con un periódico y que mi papá me traía sagradamente. La "Pocas Pecas". Traía comics, juegos, puzles, y un montón de cosas que me tenían tardes enteras pegado a ella.

En mi curso había obviamente un niña que acaparaba mis suspiros infantiles, se llamaba Leticia, morena de pelo castaño claro. Había otras compañeras bonitas, pero me gustaba ella y sólo ella. También había la típica niña demasiado delgada, desarreglada, de piel blanquísima, muy pecosa, con voz temblorosa, y que probablemente ningún compañero se fijó en ella más allá que para entablar una sencilla conversación, o para molestarla con las pesadas bromas a las que están acostumbrados los niños de esa edad.

Cierto día, en clase de gimnasia, el profesor nos tenía a todo el curso sentado en el patio formando un gran círculo, y algo estaba explicando.
Algo lo suficientemente aburrido como para que mi distraída y fantasiosa persona haya estado pensando en juegos, camiones, naves, revistas o en la bella Leticia.
De pronto, una pregunta llegó a mis oídos con cierto retardo, pero que me hizo aterrizar de golpe en el patio:

-"¿ y a quien le gusta la pocas pecas !?!?!" gritó el profesor.

Y yo, lleno de alegría y orgullo de sentir dicho nombre en mis oídos, y seguro de ser el único y exclusivo lector de tan fantástica revista, con la fureza del entusiasmo de ser protagonista del día ( sin duda lo sería de todos modos, y no solo del día )...salté del suelo y con toda la garganta grité feliz : "YOOOOOOO !!!!!"

Tarde apagué mi voz.
EL profesor tenía sus manos puestas sobre los hombros de mi pecosa y ruborizada compañera: ella era la "pocas pecas". Y lo peor: todos mis compañeros me apuntaban absolutamente ahogados de tanto reírse, incluída mi amada Leticia, que más encima era testigo de tan entusiasta, fatal y pública confesión.

No recuerdo un vergüenza mayor en mi vida infantil. Ni siquiera recuerdo cómo reaccioné.
Lo único que recuerdo, aunque es borroso y puede estar influenciado por lo complicado de la situación, es ver a Laurita, sonrojada, pero mirándome con una sospechosa sonrisa en sus labios.

12 Comments:

Anónimo said...

Grande maestro:
Yo recuerdo mi niñez leyendo ese suplemento del mercurio cuando mi abuelo me lo traia los domingo por la mañana para que me entretuviera.
Era bien simpatica la revista y traia juegos y temas bien interesantes donde recuerdo el del manu tara, los vampiros, los ovnis etc. En cuanto a las vergüenzas infantiles que típicos los errores como lo que te pasó y que grandes se veían en esa época. Gracias por transportarme a esa época.

Srta. Lee ® said...

Jajajaj..qué tierna historia! claro que imagino el trágame tierra del minuto en tu cabeza.
Un abrazo pecoso!

Gy said...

wena, muy de wena, me rei harto, si de verguenzas se trata yo he pasado muchas y a mi familia le encanta acordarse de ellas, pero lo pasamos bien riendonos...saludos profe

Rodrigo Cerda said...

Simpatica aventura...
yo he pasado por situaciones de verguenza, quiza un día las comente y las publique, cuando las haya superado,Jajaja!!
bueno eso me enseña a no andar en la luna, pero profe!
No puede ser tan gil!!!
jajajajajaja!
Chao, saludos a tu family desde valpo!

JotaPé said...

Grande hermano!!, así se conquista, con personalidad! jajja

..por cierto...¿quién era Laurita?

Pilot said...

Encuentro en este blog las personas precisas en el momento preciso! Recuerdan Uds. la aventura de las botellas mensajeras que la niña argentina Carolina Susana Cortés lanzó en los mares del norte de Europa a principio de los -80? Pocas Pecas creó entonces una gran y apasionante historia que terminó con una investigación científica cuando escolares de todo Chile reunieron 3000 botellas con mensajes y las lanzaron al mar en Valparaíso desde la patrullera costera Pillán. Recuerdan todo esto?. Bueno, yo soy el padre de Michelle, la niña chilena en Suecia que tomó contacto con Carolina Susana -Claudia Bravo en Chile fue el nexo- y estamos ahora, 30 años después, muy interesados en esta bonita historia. En primer lugar queremos ubicar a Carolina en Argentina; no ha sido fácil dar con datos que nos permitan saber de ella. De Michelle y Claudia no habría problemas, pero el actor (actriz) principal de esta aventura es Carolina Susana! Ayúdennos a encontrarla!
Saludos,
Luis

yasmin said...

Hola Pancho...
Despues de mucho tiempo de buscar informacion en internet sobre ese suplemento... volvi a intentar nuevamente encontrandome con tu linda historia, leí algunos comentarios sobre tu experiencia... pero parece que los demás no conocieron el suplemento...
Bueno esa revista marco algo importante en mi vida también, mi padre en esa epoca compraba todos los domingos El Mercurio y yo pedía ansiosa una parte de él... "El suplemento Pocas Pecas", era realmente lindo, todos esos dibujos y juegos y recortes donde armabas cosas y juguetes entretenidos de papel, pero lo que más me llamo la atención fueron los libros de cuentos recortables, en esos años aprendía a leer tenía 7 u 8 no recuerdo bien, y los cuentos más hermosos para mí fueron "Los Crocronditos", me marcaron en esos sueños... que hasta el día de hoy me acompañan, en algun paseo acompañando personas de la tercera edad motive a representar en una obra de teatro improvisada aquel cuento "Crocrondito en el país de los sueños". por supuesto nadie conocía aquel cuento. Solo en la Biblioteca Nacional están empastados en 3 libros grandes con forro azul marino de genero, como nadie los pide...se demoran en encontrarlos, pero los encuentran, si un día puedes ve y buscalos. Lo triste es que no se pueden fotocopiar a color, solo blanco y negro... bueno, hace mucho no voy tal vez ahora ya tengan fotocopiadora a color. Solo espero algun encontrar a alguien que tenga algun ejemplar... los míos y los cuentos los perdi con los años... solo tengo mis cuentos fotocopiados... que volví a recortar y pegar como lo hize antes.
Saludos, Crocrondita.

(Yasmín Lara)

yasmin said...

Hola Pancho...
Despues de mucho tiempo de buscar informacion en internet sobre ese suplemento... volvi a intentar nuevamente encontrandome con tu linda historia, leí algunos comentarios sobre tu experiencia... pero parece que los demás no conocieron el suplemento...
Bueno esa revista marco algo importante en mi vida también, mi padre en esa epoca compraba todos los domingos El Mercurio y yo pedía ansiosa una parte de él... "El suplemento Pocas Pecas", era realmente lindo, todos esos dibujos y juegos y recortes donde armabas cosas y juguetes entretenidos de papel, pero lo que más me llamo la atención fueron los libros de cuentos recortables, en esos años aprendía a leer tenía 7 u 8 no recuerdo bien, y los cuentos más hermosos para mí fueron "Los Crocronditos", me marcaron en esos sueños... que hasta el día de hoy me acompañan, en algun paseo acompañando personas de la tercera edad motive a representar en una obra de teatro improvisada aquel cuento "Crocrondito en el país de los sueños". por supuesto nadie conocía aquel cuento. Solo en la Biblioteca Nacional están empastados en 3 libros grandes con forro azul marino de genero, como nadie los pide...se demoran en encontrarlos, pero los encuentran, si un día puedes ve y buscalos. Lo triste es que no se pueden fotocopiar a color, solo blanco y negro... bueno, hace mucho no voy tal vez ahora ya tengan fotocopiadora a color. Solo espero algun encontrar a alguien que tenga algun ejemplar... los míos y los cuentos los perdi con los años... solo tengo mis cuentos fotocopiados... que volví a recortar y pegar como lo hize antes.
Saludos, Crocrondita.

(Yasmín Lara)

Helix751 said...

Recuerdo el club de los Ali-Ktes y el personaje Alan Brito.. qué genial recordar nuevamente este genial suplemento de mi infancia.
Gracias por el blog, aunque hayan pasado casi 8 años!
Sergio

Unknown said...

Hola Pancho
Gracias a tu Blog me he encontrado
con una tan largamente anhelada sorpresa que aun hay seguidores de Pocas Pecas.
Soy Pablo Castro fui dibujante y colaboraba con ilustraciones - juegos visuales etc. y ademas autor de los cuentos de los "Crocronditos"
sobre los cuales vi el emotivo comentario de Jasmin - gracias - este episodio inicial en mi carrera fue muy significante y aun conservo ejemplares de los cuales puedo enviar copias en jpeg/pdf a quienes lo soliciten.
Mi email es pblcstr@verizon.net Gracias nuevamente por tu iniciativa y aporte a la creatividad y grafica

Unknown said...

Con mucho cariño recuerdo a mi querida revista "Pocas Pecas" y sus entretenidas historias y enseñanzas. Recuerdo aquella sobre la Formación de la tierra, la de los scouts, la de los ovnis, la de los perros y su adiestramiento, la de cómo ser un detective....en fin. Todavía recuerdo cuando llevé mi botella para ser arrojada en el mar ( para contribuir con el estudio de las corrientes marinas)..., también cuando me alisé el cabello con limón para presentarme en la revista para postular a un cortometraje en que se requería que los postulantes tuviesen el pelo liso...(requisito que gracias a la aplicación del limón pude sortear...) que hermoso todo aquello. Asimismo las deliciosas recetas de la Tía Moñito...(actualmente sería algo así como master chef jajaja).

Mucho cariños y abrazos para los Pecosos de siempre. Y mis agradecimientos para sus creadores, porque contribuyeron a nuestra felicidad cuando niños.

Afectuosamente,

Manuel Aedo

Foton said...

Hola, Crecí leyendo Pocas Pecas, a los 9 años empecé a disfrutar de esa maravilla de revista en el año 1990... mi madrina las había coleccionado antes de que yo naciera, me hicieron muy felíz, tenía un cerro de ellas que fuí leyendo como si fuera una serie televisiva...
... Saludos.

Abrazos también...

Natalia

23:00