Papá en casa.

Este post, es un homenaje no sólo a mi mujer, sino a todas aquellas que han optado por quedarse en casa a cuidar de sus propios hijos, para educarlos, enseñarles y simplemente VER cómo crecen cada día.
Hace un par de semanas, estuve con reposo de 10 días, por una laringofaringitis que aún me tiene tosiendo y deshechando incómodos residuos avícolas, más conocidos por el chileno común como "pollos". Durante esos días, que fueron laargos, pude redescubrir lo valioso que es el trabajo que raliza mi amada Claudita. Ella, como muchas, pero no tantas, ha decidido no trabajar ni estudiar (por ahora), al menos hasta que nuestros hijos estén grandes. Ya sé que las feministas encontrarán esto una atrocidad del porte del gol de Salas a Uruguay (gueeeeeena), pero es la libertad no?.
La cosa es que a pesar de que debía hacer reposo "absoluto", era imposible no colaborar aunque sea en labores pequeñas de la casa. Es una locura. La verdad es que admiro aún más la dedicación que, aún con la poca paciencia que tiene mi amorcito, le da a cada detalle de la casa. SOn tres niños, la mayor va al colegio, el segundo es un terremoto con genio de ogro y el último está aprendiendo a gatear, usa pañales y toma leche con cuchara (pero no se la toma solo, hay que dársela......ufff). Eso sin contar el ase, el almuerzo, y cualquier interrupción de último minuto.
Siempre se dice que el trabajo de la casa es valioso, es poco comprendido, es sacrificado, etc. Pero otra cosa es estar ahí. Un par de veces, durante mi "convalescencia" la Claudita debió salir y dejarme solo con mis peques......eso da para otro post.
Gracias Claudita por luchar cada día contra tu poca paciencia, contra las exigencias de tus hijos, y contra mi poca empatía hacia tu elección.

PD: Esto parece una carta?????